ME DUELEN LOS OTROS.
Como poder expresar, tanta angustia e impotencia, al ver como
adolescentes, que por falta de orientación, familiar y gubernamental, se
pierden y caen al vacío de la criminalidad, niños que se desarrollan y crecen
en el ocio, ante la mirada, cotidiana de sus padres y el maestro, el tiempo
trascurre irremediablemente, solo sabemos que ese niño existe, cuando comete un
ilícito, no fue suficiente el llamado de atención. Que tristeza y dolor siento,
cuando el Fiscal del Ministerio Publico, lee su cortar y pegar a viva voz del código
procesal penal, acusando, sin meditar un momento el por que y que llevo a ese adolescente a cometer ese ilícito.
Me duelen los otros, victimas y victimarios, me duele todo
aquello que sea maldad, me duele el dolor que siente la madre que le matan un
hijo, me duele el dolor que siente una madre que su hijo esta preso. También me
duele como los que tienen el poder de hacer y no hacen nada. Me pregunto quien será
más criminal el que sabe que puede hacer algo para evitarlo y no lo evita o el
que comete el delito.
Basta ya de indiferencia, la criminalidad no se combate con
mas policías ni centros carcelarios, la criminalidad se combate con reformas sociales,
atención a la mujer embarazada, al niño recién nacido, con especialistas como
son: psicólogos, psicopedagogos, médicos, psiquiatras, toda una gamas de profesionales,
para atender las unidades educativas desde
el maternal hasta la universidad.
Dios, que difícil es para nuestros lideres, hacer el bien,
ocuparse de nuestra sociedad, somos una tierra privilegiada, de gente joven, de
buenos principios y sentimientos, como el tiempo nos ha ido arropando de tanta
violencia y maldad, basta ya de tantos homicidios, robos, secuestros,
violaciones, tomemos conciencia pidamos a Dios por todos los que han sufrido
por el flagelos de la criminalidad.
No tiene sentido nuestra misión velar por los derechos de los
adolescentes privados de libertad, les conseguimos su libertad y a los tres cuatro
meses vuelven a reincidir en crímenes mas horrendos, otros pasan a las cárceles
de adultos, solo por no habérseles brindados atención, es decir prevención.
A todas aquellas personas que puedan leer este articulo, les
pido disculpas, si han sido victimas o victimarios, pero lo que si es cierto,
que me duele la injusticia, la falta de atención de quienes pueden evitar que
algo como la criminalidad suceda y no hagan nada.
Dr. Luis José Uzcategui